Rafael Percival: Mi publica opinión sobre la sentencia 168-13.

Después de esa sentencia, los Patriotas le dieron pábulo a la comunidad internacional, para que a soplen la brazas en los organismo internacionales. Y la fusión de la isla es inminente e ineludible, diciéndoselo a Dios.

Partías de enfermos xenofobos,le hicieron el juego y, no vieron mas allá de la curva, y cayeron en el gancho. Espero que cuando eso suceda recojan sus lágrimas en “jaritos”, sin pensar las consecuencias de esa sentencia poco visionaria y estratégica.

Pensaron por el momento, y con la idiosincrasia del dominicano de patio. Y enterraron lo que tanta sangre y esfuerzo no costo en campo de batallas. A miles de generaciones venideras le sera difícil recuperarse de una decisión de tal magnitud. Por precipitarse en una decisión nacionalista, que internamente podíamos resolver. Ahora tienen la ventaja ellos, de ir a los organismos internacionales donde seremos sembrados como auyama.

Batieron sin razón las heces y ellas afloraran con su olor fétido de las intenciones macabra de los sectores poderosos exógenos, que solo esperaban el error de los estúpidos del patio que se agacharan en cuclillas, y que solo pensaron en ellos en emitir una sentencia, sin medir las consecuencias del futuro.

Ninguno de los jueces de la curia magisterial, pensaron en otra salida que no fuera lastimar las relaciones dominicano-haitiano.

La diplomacia es un arte, igualito que la guerra. Se podía ser firme, y duro, y golpear, pero con el guante de seda. y dejar a los tribunales interno tomar la decisión individual, no en grupo.

La dimensión de tal consecuencia le abrió el camino ineludible a una imposición de fuera, y en este mundo interconectado, independiente, donde las aldeas dejaron de existir, solo espero que esos mines triles, no sopesaron su decisión sin la visión esencial de una estrategia. Se basaron solo en lo que está escrito en la constitución, y la estrategia de decepción queda estrangulada en su inicio en una soberanía que económicamente depende del situado que envía la diáspora efervescente de ultramar (Remesas).A la soberanía la echaron en el lodo.

Armaron y espantaron el avispero que se nos viene encima. Hablar y justificar una retorica soberanía solo de palabra, y constituida en letras muertas de una constitución, cuando por décadas hemos estado intervenido, al ser nuestra economía dependiente de otras naciones y vivir atento al situado con un alto parentesco al tiempo de colonia que nos costó vivir.

La lavativa fue la sentencia, la parte oscura del iceberg nadie la conoce y la conspiración puede ser de adentro, con mucha intuición y motivación para fusionar la isla.

POR RAFAEL PERCIVAL