Santos resta importancia a críticas de las FARC.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos
AP
BOGOTA -- El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo el viernes que no hay que poner atención a las críticas de las FARC sobre su política de tierras durante la instalación de la mesa de negociación en Noruega.El jueves, en Oslo, el jefe del equipo negociador de las FARC, Iván Márquez, cuyo verdadero nombre es Luciano Marín Arango, cuestionó la política de tierras del Ejecutivo y dijo que “la titulación de tierras, tal como la ha diseñado el actual gobierno, es una trampa (porque) encarna una suerte de despojo ilegal”.
Durante una intervención radial en el programa “En línea con el Presidente”Santos expresó: “No le pare muchas bolas (no prestar atención) a esas manifestaciones que soncon intenciones políticas”.
“Cuando estos señores de las FARC dicen que (la de tierras) es una ley que es de mentiras, es porque les estamos quitando las banderas”dijo Santos. Enfatizó que la aplicación de la Ley de Restitución de Tierras “va viento en popa” y eso “es lo que tiene nerviosas a las FARC”.
Indicó que “estamos devolviéndoles la tierra a los campesinos, no importa de dónde vengan los victimarios, pueden ser paramilitares pero también la guerrilla. La guerrilla desalojó a muchos campesinos y a esos también les vamos a devolver sus tierras”.
El 15 de noviembre en La Habana se volverán a reunir ambas partes para continuar con el naciente proceso de paz que busca de poner fin a un conflicto que está próximo a cumplir 50 años.
La propiedad de la tierra ha sido descrita comúnmente como una de las raíces del conflicto en este país de 114 millones de hectáreas, de las cuales grupos no gubernamentales y funcionarios afirman que al menos dos millones le fueron quitadas a los campesinos por grupos armados ilegales, cuatro millones fueron abandonadas por sus propietarios por temor al accionar de esos grupos y entre 400,000 y 500,000 le fueron tomadas del Estado En tanto, la ex senadora Piedad Córdoba, a quien las FARC le entregó en los últimos cuatro años alrededor de 30 secuestrados, acogió el viernes la propuesta de las últimas horas del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso para que las autodefensas de ultraderecha hagan también parte del proceso de paz.
“Uno no puede dejar de reconocer que el paramilitarismo es un fenómeno de construcción de los poderes económicos y fácticos de este país que, de no resolverse, es muy difícil que se pueda hablar de la paz”, aseguró Córdoba en una rueda de prensa en Bogotá.
“Así como están los militares haciendo presencia en la mesa de diálogo, así como están los empresarios, también deben estar quienes han venido coordinando y organizando el paramilitarismo en el país, como una forma de no reconocer que son un actor político…, pero sí de reconocer que son una presencia nociva creada por las ultraderechas de este país”, agregó Córdoba.

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