Despiden a Priego entre lágrimas, aplausos y flores.

Santo Domingo

Un adios entre lágrimas, llanto, conmoción, flores y aplausos fue despedido el caricaturista Harold Rafael Priego García-Godoy. Sus restos fueron sepultados con tristeza y a la vez agradecimiento, ayer al mediodía en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez del Distrito Nacional.

Sus familiares, amigos y compañeros de trabajo se unieron para darle el último adiós. La caravana que encabezaba el cuerpo sin vida del artista, salió de la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln, antes de las 11 de la mañana -donde estaba siendo velado- llegando minutos después a las inmediaciones de Diario Libre, donde publicaba a Diógenes y Boquechivo.

Fue recibido en la parte frontal por el director de ese diario, Adriano Miguel Tejada, acompañado de personal de ese medio. “Esta casa, que hiciste hogar para tus creaciones, sentirá tu presencia cada vez que iniciemos la jornada diaria. Tus compañeros añorarán tu alegría, hasta tus camisas de flores y ramos, y todo el país seguirá preguntándose por qué tuviste que irte tan pronto, en la plenitud de tu labor creadora. Te despedimos con flores”. Luego de la simbólica parada, el cortejo fúnebre se dirigió al camposanto.

José Del Castillo Pichardo, amigo de la familia, quien vio crecer al caricaturista y publicista, articuló unas palabras, antes de proceder a la sepultura. Dijo que cuando se enteró de la noticia de su muerte se quedó anonadado, pero que la huella de Harold estará siempre en sus creaciones y las múltiples campañas de concientización y educación que con sus caricaturas logró. Reveló que el humorista gráfico tenía como proyecto llevar sus obras al cine.

Priego publicaba en el Listín Diario (Doña Mármara y su inofensivo marido don Chichí); en El Caribe (Matías y Berroa); Hoy (Eloy en el Hoy). Fue también el director del periódico de humor “El Boquechivo”. Otros de sus conocidos personajes fueron Tulio Turpén y Yuleidys.

Fallecimiento
El caricaturista murió a las 4 de la tarde del sábado pasado, después de haber sufrido un infarto cuando almorzaba con dos de sus hijas en un restaurante. Según se informó, de inmediato fue trasladado a la clínica Abel González, pero ya había fallecido.

Era hijo de Joaquín Priego, autor de obras que ya forman parte de la cotidianidad dominicana, y nieto del gran pintor Enrique García Godoy, quien se destacó en la plástica dominicana por sus desnudos y sus retratos de pequeño formato.