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2 de diciembre de 2013

Inteligencia artificial compite con la inteligencia humana.

robotAjedrez
En 1968, el maestro en ajedrez David Levy apostó que para 1978 ninguna computadora sería capaz de vencerlo en una serie de juegos. Y ganó la apuesta.

De hecho, se mantuvo invicto durante casi toda la década de los 80. “Después de que gané el primer combate, hice otra apuesta que cubría un período de cinco años. Luego dejé de apostar: para entonces, ya podía anticipar lo que se venía”.
El hombre que acuñó la expresión “inteligencia artificial” (IA) -el científico estadounidense John McCarthy- se dio cuenta desde el principio que los juegos como el ajedrez y otros así de complejos eran una buena manera de medir el progreso de las máquinas.
“Hay una medida absoluta y una meta para superar”, le dice Levy a la BBC. “En muchos juegos hay sistemas de clasificación, por eso los juegos son un buen vehículo para la IA. Jugar requiere una combinación de habilidades que incluyen la inteligencia”.
McCarthy supervisó la creación del primer programa de ajedrez que jugaba de manera convincente. Para 1962, el programa -Kotok-McCarthy- era tan bueno como un jugador humano mediocre. Pero luego perdió su primer juego entre computadoras contra su rival ruso.
Kasparov-DeepBlue
En 1997, la computadora Deep Blue de IBM venció a Garry Kasparov.
Pero no sólo es ajedrez. En 2007, un equipo encabezado por Jonathan Schaeffer de la Universidad de Alberta, Canadá, “resolvió” el juego de damas. Es decir, encontró que si ambas partes juegan perfectamente, el resultado es un empate. Tomó 18 años de cálculos computarizados hacer este hallazgo.
Los entusiastas de juegos que han sido dominados por los computadores ocasionalmente sienten nostalgia por la era anterior a las máquinas.
Durante el reciente Campeonato Mundial de Ajedrez, en el que el prodigio noruego Carslen se coronó como el mejor del mundo, un comentador usó la frase: “Un movimiento muy humano”.
La cuestión es que los humanos cometemos errores. Y las fallas más sutiles, los movimientos “subóptimos”, pueden originar bellas situaciones.
El triunfo de las máquinas inspiró al programador Omar Syed a crear un juego en el que las computadoras estuvieran en desventaja frente a los humanos.
“Cuando Deep Blue ganó, me dio lástima de Kasparov. Estaba consciente de cuán increíble era su mente, pero no fue capaz de vencer al computador”.
Syed creó Arimaa, un juego que usa piezas similares a las que se usan en ajedrez pero se mueven de una forma más sencilla y en un patrón que decide el jugador. Crearlo no fue fácil.
Pero Syed predice que para 2020, las máquinas serán superiores. La razón es la misma que las llevó a triunfar en ajedrez: “fuerza bruta de cálculo”.

Nuevas metas

Ahora hay una meta más alta que ganar en juegos de mesa.
gold
El Premio Loebner se le otorga a autores de los programas que puedan conversar mejor con los humanos. David Levy, también experto en IA, se lo ha ganado dos veces.
“Esa es la misión más difícil para la IA por varias razones. ¡Hay tantos factores involucrados para entender lo que nos estamos diciendo!”.
Una conversación promedio es una sinfonía verbal extraordinaria que comprende lenguaje corporal, tono, emoción, doble sentido, humor, referencias históricas y muchas otras complejidades.
¿Cómo puede saber una computadora cuándo es apropiado interrumpir?
No obstante, Levy -autor de “Amor y sexo con robots”- piensa que se va a lograr: llegará el momento en el que las computadoras podrán mantener conversaciones convincentes con los humanos.
En retrospectiva, lograr que una computadora ganara en ajedrez fue fácil. Que cuente una anécdota divertida va a ser un logro abismal.

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