Arzobispo Santiago está preocupado por ineficiencia Plan de Seguridad Ciudadana.

SANTIAGO. El arzobispo Auxiliar de la Diócesis de Santiago, Valentín Reynoso, mostró su preocupación ante la infuncionabilidad del  Plan de Seguridad Ciudadana que implementa el  Gobierno para enfrentar  la ola de criminalidad que vive el país.

Dijo que la gente del pueblo puede percibirlo porque se está  viviendo “con el corazón partío”, porque no se sabe a quién o a quiénes les va a tocar vivir en carne propia el daño y el dolor de la delincuencia.

Expuso que le duele profundamente el daño psicológico y moral  que causa hoy día  la violencia,  con sus secuelas de muertes, asaltos a mano armada,  violaciones, estafas y otras acciones delictivas,  legando muertes  a las familias   de los pueblos y las comunidades.

Al presidir la eucaristía  de Corpus Christi, se quejó porque muchos dominicanos no tienen qué comer, mientras la violencia y la criminalidad dejan luto en las familias.

Calificó de “profundo daño” el que se les está haciendo a las familias dominicanas, cuando la delincuencia, en todos los órdenes, mata la unidad familiar y no se encuentran soluciones porque no hay una voluntad nacional.

“Prácticamente esa es una corriente que nadie puede  manejar y ni siquiera los programas de  prevención  y seguridad  que han ido implementado las autoridades  logran controlar. Necesitamos la colaboración del pueblo para acabar con este mal. Las autoridades harán su parte, pero necesitamos que nosotros pongamos de nuestra parte”, expresó monseñor.

Reynoso, quien ofició la homilía en sustitución de monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, quien se recupera de una operación de catarata realizada la semana pasada, manifestó que le duele también que muchas personas, que antes profesaban  la fe, se hayan olvidado de ella y de su humanidad para lanzarse al mundo de la vanidad.

Cientos de feligreses de las diferentes parroquias correspondientes a la Arquidiócesis de Santiago participaron  en la procesión de Corpus Christi  desde las primeras horas de la mañana de ayer y  se congregaron frente a la Catedral Santiago Apóstol. Posteriormente todos desfilaron hacia el Estadio Cibao, donde tuvo lugar la eucaristía.