SUR DE LA FLORIDA
Hallan cuerpo calcinado de empresario
Camilo Salazar
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JULIE K. BROWN
JBROWN@MIAMIHERALD.COM
El empresario fue encontrado ocho horas después de desaparecer de Coconut Grove.
Según los demás, Camilo Salazar era un buen hombre de familia que participaba en las actividades de su iglesia y ayudaba a recaudar fondos para su parroquia, St. Stephen’s, donde él y su esposa ayudaban en las actividades anuales como el festival anual de arte.
El matrimonio tenía un bebé recién nacido y vivía en una casa modesta de madera en Coconut Grove.
Los dos tenían una vida ocupada: su esposa, Daisy Lewis, tiene una empresa de planeación de eventos y estaba en medio de la organización de una actividad para Volvo.
Su esposo, de 43 años, era vicepresidente, presidente o presidente ejecutivo de varios negocios con su padre, Eduardo Salazar, inversionista en bienes raíces.
El miércoles pasado por la mañana, Camilo Salazar dejó a su hija pequeña en la oficina de su esposa, en 2801 SW 31 St., a eso de las 10:30 a.m.
Cuando se dio cuenta de que había dejado el chupete del bebé en el carro, salió a buscarlo.
Nunca regresó.
Su Chevrolet TrailBlazer fue encontrado frente al lugar. La policía de Miami fue llamada a investigar y pasaron dos horas viendo videos de vigilancia de un almacén público al otro lado de la calle, pero no identificaron nada sospechoso.
Nadie se dio cuenta hasta que los medios de comunicación comenzaron a llamar a la policía la mañana siguiente sobre un cadáver quemado en Okeechobee Road y la Avenida 138 del noroeste la noche anterior, ocho horas después de la desaparición de Salazar.
“La familia conocía a alguien en los medios y aparentemente los llamaron después de encontrarse el cadáver calcinado”, dijo el detective Alvaro Zabaleta, portavoz de la Policía de Miami-Dade, que maneja la investigación del homicidio.
El viernes Medicina Legal concluyó que el fallecido es Salazar.
“Eso es lo único que podemos confirmar”, dijo Zabaleta el lunes.
No fue posible conseguir el reporte policial del caso y la Policía de Miami-Dade aconsejó a la familia que no hablara con la prensa.
Lewis, la esposa de la víctima, alquila una oficina en un edificio de esquina donde hay varios negocios, como un gimnasio y una firma que fabrica velas para embarcaciones.
El distrito comercial está al otro lado de la calle de campos de béisbol y canchas de tenis usadas por escolares.
Las policías de Miami y Miami-Dade no se dieron cuenta de la relación entre la desaparición y el cadáver incinerado hasta por lo menos 24 horas después de la desaparición de Salazar. Incluso entonces, no estaban seguros hasta que recibieron la confirmación de Medicina Legal el viernes, dijo Zabaleta
En la Iglesia St. Stephen’s el lunes, la pastora Willie Allen Faiella se dedicó a sus actividades normales de fin de curso, participando en ceremonias de premiación de alumnos de la escuela-iglesia.
Faiella calificó a Salazar de un ser humano maravilloso. “Todos estamos en shock”, dijo.
Lewis, directora de la feria de arte de la iglesia, es muy querida, dijo Faiella, quien declinó hablar sobre la participación cívica de la familia.
“Tengo que respetar los deseos de la familia”, dijo la pastora.
Zabaleta dijo que encontraron otro cadáver calcinado una semana antes, pero no han establecido ninguna relación entre los dos casos.
La víctima de ese caso fue Erik Comesana, de 25 años y vecino de 14317 SW 165 St., cuyo cuerpo fue hallado alrededor de las 11 p.m. el 27 de mayo en la Avenida 196 del suroeste y la Calle 176.
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