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8 de junio de 2011

SALUD
Esa desagradable sensación en los oídos...
AL VOLAR EN AVIÓN, EL CAMBIO EN LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA PRODUCE MOLESTIAS Y EN ALGUNOS CASOS DOLOR
  • Problema. Para algunos volar es una tortura, y todo por el dolor en los oídos.
Jaclin Campos
jaclin.campos@listindiario.com
Santo Domingo
La próxima vez que viaje en avión no olvide llevar chicles. Sí, chicles. Un comestible tan asequible como la goma de mascar podría convertirse en su mejor aliado para evitar molestias en el oído, problema común que se presenta como consecuencia del cambio en la presión atmosférica, pues ésta es mayor en tierra que en las alturas.
Si bien las cabinas de las aeronaves son presurizadas, el brusco cambio de presión que se presenta al despegar o aterrizar afecta a los pasajeros, quienes sienten que sus oídos “se tapan”.
El oído se comunica con la parte trasera de la nariz por medio de un conducto membranoso conocido como trompa de Eustaquio, el cual equilibra la presión de aire, que debe ser igual dentro y fuera del oído.
“Si las trompas de Eustaquio funcionan bien se equilibra la presión adecuadamente”, dice el otorrinolaringólogo Luis Felipe Encarnación.
En ese caso, el viajero no siente más que una ligera molestia. Pero algunas personas experimentan más que una simple sensación desagradable: padecen dolor.
Condicionantes
“Es normal que se te tapen y que se destapen (los oídos); no es normal que duelan”, afirma Encarnación. “Si te duele es que tienes una condición que necesita algún tipo de observación o precaución”.
Varios factores condicionan la aparición del dolor: ciertos tipos de alergia, gripe, congestión nasal, rinitis, sinusitis y, en los niños, adenoides.
¿Presenta usted alguna de esas condiciones? Pues, puede prevenir el dolor al volar.
Según Encarnación, si una persona está agripada lo ideal es que posponga su vuelo. Pero como lo ideal no siempre coincide con lo posible, otra solución es usar medicamentos o espráis descongestionantes antes de abordar la aeronave.
Por otro lado, los pacientes alérgicos deben apegarse a su tratamiento, especialmente en los días previos a su vuelo.
El galeno recuerda que la tripulación de un avión no está autorizada a suministrar medicamentos, así que, de no tomar medidas preventivas, asegúrese de llevar consigo algún analgésico.
Aterrizar, lo peor
Durante el despegue, cuando se pasa de una presión mayor a una menor, el aire atraviesa con suavidad la trompa de Eustaquio haciendo que el equilibrio se restaure fácilmente.
No ocurre lo mismo en el aterrizaje. En este caso se pasa de una presión menor a una mayor que succio- na el tímpano y las paredes del oído pudiendo provocar dolor y una exudación interna de líquidos o de sangre que afecta la audición por horas o días, pero que no debería causar consecuencias a largo plazo.
“Si el oído se llena de líquido —explica Encarnación— la audición se altera porque el oído está hecho para estar lleno de aire, no de líquido.
Normalmente se recupera la audición porque es un proceso mecánico”.
Consejos de una azafata
Wanda Mirabal-Pou está acostumbrada a lidiar con este tipo de problemas. Es azafata. No sólo vive en el aire, sino que también debe auxiliar a los pasajeros. Bostezar, tragar saliva, masticar chicles o chupar una menta se encuentran entre los consejos citados por la asistente de vuelo.
Asimismo, las aeromozas sugieren a sus pasajeros medidas como la maniobra de Valsalva (cerrar la boca, tapar la nariz y soplar suavemente) y tensar los músculos de la garganta.
“Para los niños y bebés, siempre les recomendamos a las madres que tengan líquidos como leche y agua”, expresa Mirabal-Pou.
Los bobos también dan resultado.
Aclara, como señalaba Luis Felipe Encarnación, que estas medidas no serán de utilidad si la persona está congestionada.
Por qué es útil tragar
Las sugerencias de la azafata Wanda Mirabal-Pou tienen base científica.
¿Por qué masticar chicle, chupar un caramelo o tragar saliva aligera las molestias de los oídos? Luis Felipe Encarnación explica que los músculos que rodean la trompa de Eustaquio están conectados con los de la deglución.
“Cuando tú tragas contraes esos músculos y la trompa se abre”, señala el médico del Centro de Otorrinolaringología y Especialidades.
Al usar goma de mascar o comer un caramelo, la persona se ve obligada a tragar con más frecuencia porque produce más saliva. Ese constante tragar y tragar permite equilibrar la presión en el oído.
UNA SALIDA PARA LOS VIAJEROS FRECUENTES
Viajeros frecuentes que sufren dolor de oídos encuentran la solución a su problema en la miringotomía, que consiste en colocar un tubo pequeñito en el tímpano para facilitar el equilibrio de la presión a ambos lados de éste. La operación se realiza en el consultorio con anestesia local.
Finalmente, el otorrinolaringólogo Luis Felipe Encarnación dice que sufrir dolor de oídos alguna vez al volar no debe causar preocupación, a menos que el problema se repita o persista en el tiempo. En ese caso, hay que ir al médico para verificar si el dolor obedece a alguna patología que el afectado desconoce.
“En la zona donde crecen los adenoides también crece un tumor”, advierte Encarnación.

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